Carta 7: Dirigí tu mirada hacia tu meta, liderá y motivá

Hace algunos días, me impresionó lo que escuché decir a Tony Robbins, reconocido como un líder completo en la estrategia de individuos y negocios en los Estados Unidos. Luchó intensamente para construir su propio liderazgo. Asegura que en cualquier negocio, la actitud y psicología del líder representan un ochenta por ciento del grado de éxito a alcanzar. El resto se atribuye a factores de conocimientos más específicos que pueden conseguirse en el mercado. Lo que resulta insustituible es el condimento emocional, mental y corporal.

Lo sepas o no, ya sos líder en varias facetas de tu vida. Podés ser madre o padre de familia; líder de un equipo deportivo o musical; propietario de una empresa o integrante de un grupo de ayuda social. Existen mil facetas posibles. Hay gente que tiene un carisma y una estrella que parece como si hubiera nacido para liderar e inspirar. Sin embargo, el jardín del vecino siempre parece más verde, y no conocemos los dilemas que tales personas enfrentan por dentro. El secreto está en definir qué es lo que te interesar y desarrollar tus hábitos para lograrlo.

Para que lideres e inspires, primero tenés que hacerlo con vos mismo. Ejercita el hábito de creerte capaz. No es cuestión de que pierdas tu humildad desconectándote de la realidad y de tus puntos flojos. Muy por el contrario, mantené los pies bien en la tierra, hacé base y desde allí apuntá hacia el camino dónde decide ir. Encará ese norte con ganas creyendo que sos merecedor de alcanzarlo y de que tenés lo que necesitás para ir superando los desafíos que, sin duda, se te van a ir presentando.

Lo que te hace fuerte no es la ausencia de miedo, sino el hecho de que te decides a encarar tu camino dándote batalla. El miedo te hace ver todo gris o negro y te cierra posibilidades. Seguramente viviste días en los que sentiste que las dificultades te superaban. No importa, respira hondo, busca ánimo en tu familia, amigos, naturaleza y dale para adelante.

Te fortalecés cuando te apoyás en tus dones y los desarrollarás al máximo. Hay algo en tu persona que te hace único, querido, admirado, respetado. Todos lo tenemos. Tal vez resaltes tus virtudes en ciertos aspectos y menos en otros debido a la vergüenza, la baja autoestima u otros factores. Tu desafío es hacerte cargo de lo que te vino de regalo y generar hábitos para desarrollarlos a su máxima potencia. Como son naturales, te van a fluir. Es el ejercicio de tus virtudes lo que te va a ayudar a atravesar tus facetas más débiles.

Es clave que, como líder, te escuches a vos mismo y escuches a otros. Un buen indicio de tu calidad de escucha es si te sentiste escuchado. Solo si estás conectado contigo mismo, podrás sentirte escuchado y escuchar a otros. Para escucharte mejor, tal vez necesites equilibrar tu mentalidad con tus emociones, o viceversa. Tal vez estés adolorido de espalda o te sientas muy rígido y no sepas a qué emoción responde. Lo ideal es que tus pensamientos, emociones y sensaciones corporales estén en sintonía.

Respetate mucho incluso sabiendo que no sos perfecto. Tu nivel de respeto hacia los demás va a estar directamente relacionado con cómo te tratas. También cuando ejercitás tu escucha activa estás abierto a que el otro diga algo que te aporte y sea valioso. Cuando liderás, estás hablando muchísimo de vos y se nota.

Podés optar por ser un líder de estilo antiguo que gobierna ejerciendo un control vertical. Es un liderazgo que surgió de los mandos militares y se trasladó a las primeras fábricas donde la gente se diferenciaba entre administrativos de “cuello blanco” y operarios de “cuello azul”. Las decisiones se toman en la cúpula y el resto acata. La emoción que predomina es el respeto temeroso por cumplir con las órdenes y expectativas del líder. Ha sido un liderazgo muy poderoso que ahora está siendo erosionado por el surgimiento de nuevas empresas y de modalidades de trabajo cada vez más impuestas por los millennials y la tecnología.

Podés optar también por ser un líder que inspira generando confianza. Son estos liderazgos los que atraen y despiertan un seguimiento de su equipo del tipo que le hace frente a cualquier tormenta. Es el típico liderazgo generado por las empresas de tecnología. Desde el dueño hasta el más joven, se visten más o menos de la misma manera, son más flexibles y todos contribuyen con ideas que genera contenido mucho más allá de cumplir una función de ejecución de órdenes. Entre todos coordinan acciones y logran que uno más uno sean más que dos. Ahora, con ser una estrella solitaria no alcanza, es clave que te puedas relacionar con otros pidiendo y ofreciendo de forma fácil.

Por supuesto, hay liderazgos intermedios y muchos en procesos de cambio, yendo desde el control vertical hacia liderar en red.

Desarrollá tu flexibilidad si quieres generar confianza. La vida es flexible. Para soltar tus fijaciones tenés que decidirte a dejar pensamientos muy arraigados que tal vez traigas de toda la vida. También, te desafía abrirte a la posibilidad y conveniencia que otros pueden traer a la mesa, ideas que sean tan válidas como las tuyas y que te sumen. Tenés que decidirte a abrazar las ventajas del pensamiento múltiple en vez de pensar que sos el único que sabe hacer las cosas bien.

Podés decidir también por acción u omisión no querer ser un líder. Sería dejarte llevar por el reverso de las decisiones que hemos tocado. No definir tu norte, no estar dispuesto a enfrentar tus miedos, encerrarte en tus viejos pensamientos rígidos, no dar cabida a la opinión de otros, no desarrollar confianza en tus propias capacidades y desconfiar de todo lo que te rodea comenzando por vos. Como verás, decidirte a ser líder conlleva muchos “sí” y abandonar la idea muchos “no” .

Generá hábitos que te den esperanza y buena onda. Tony Robbins, da ciertos consejos para desarrollar cuentos de liderazgo como practicar mantenerse erguido, hablar con seguridad, cuidar de tu apariencia y sobre todo enfrentar todo lo que te arrastra para abajo. Tu mayor desafío no es llegar a tal o cual posición, sino que puedas ser líder de tu propia vida, siendo fiel a vos mismo, haciendo fuerza sobre tus muchas cualidades, transitando el camino que apunta a tu norte. Seguro que tendrás muchísimo para ofrecer y ser fuente de inspiración para los que te acompañan en tu vida. Son las buenas actitudes y acciones las que te llevarán más lejos y podrás inspirar a otros. No te limites a vos mismo, sino que date posibilidades. Accioná y cambiá.

Somos Ricardo I. Cavanagh y Pablo Jorge Pereyra Iraola. Te ayudamos a trabajar en todos estos puntos para lograr que te construyas en el líder que quieres ser. Agenda una primera reunión gratuita de 30 minutos con nosotros en nuestro sitio web www.integritasteam.com y vamos a escucharte activamente para charlar sobre lo que estás soñando lograr y sentís que te hace falta darte un empujón.

 

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